"Si no lo crees
no lo entenderás"
-San Agustín-


miércoles, 19 de mayo de 2010

¿Egoista yo?

No te dejes engañar por el antiguo y astuto profesor Serguein, ya que el único manipulador, traidor, e hipócrita es él.
Amo a mi hermano y siempre he cuidado de él ¡Por supuesto que le he metido en problemas más de una vez! pero te aseguro que absolutamente siempre fue sin querer. Es sangre de mi sangre, es mi familia, y era todo lo que tenía. Así que te pido, amable y sensato lector, que no te dejes influenciar por las palabras de un ser tal meticuloso e ingrato.
Acabo de leer el libro de mi hermano “El Legendario (Crónicas de Sony Wolf)”… El Legendario… Me parece absurdo el nombre que le ha puesto para lo cobarde que siempre ha sido. Sin embargo, en esta ocasión debo admitir que si todo lo que cuentan sus líneas es cierto, tendrá por siempre mi respeto.
No he podido evitar emocionarme cuando he leído su explicación con todo lujo de detalles, de aquella situación que acabó por separarnos definitivamente. ¿Y sabes por que me he emocionado? Por que mi codiciadísimo hermano no mostró arrepentimiento alguno.
Sí. Es cierto que no sabía que estaba pasando una mala época, que la aparición de aquel antiguo vampiro en su vida debió de ser aberrante, y que el asesinato en defensa propia le tuvo que causar un trauma. Pero no es excusa para dejar de lado a su propia familia. ¿No crees?

Soy un superviviente y un hombre de mundo, así que no me afectó demasiado su ausencia.
Recuerdo que cuando nos despedimos en el portal de su amada Rouse, tras darme la vuelta y marchar sin mirar atrás, lloré. Lloré como un recién nacido lleno de rabia e impotencia para acto seguido largarme de la ciudad rumbo a Los Ángeles, por causas que no vienen a cuento. ¿Soy egoísta? El mundo me ha tratado tan injustamente que he aprendido a serlo.
Mi hermano siempre ha sido un pusilánime que jamás aportó dinero en casa, y por lo que he leído en su obra, continua siéndolo.
En cuanto se quedó sin trabajo y sin piso decidió irse a casa de su novia para que le mantuviera. Mientras él se dedicaba a despertarse tarde y a leer la prensa su novia trabajaba. ¡Increíble!
John, si alguna vez lees esto quiero que sepas una cosa; Siempre te llevaré en mi corazón. Pese a todo lo que aconteció, pese a que tu mentor Serguein te utilizara y te alejara de mí, pese a que desaparecieras de la tierra para enfrascarte en un mundo tan inhóspito y sobrenatural. Por negarme la sangre maldita cuando te la he pedido año tras año.
¿Por qué dijiste en tu novela que no me volviste a ver? Si yo hice lo imposible por dar contigo mientras me esquivabas. ¿Recuerdas aquella noche cuando salías de tu refugio del centro?¿Te acuerdas de la posterior conversación en el bar de aquella misma esquina, meses mas tarde? ¿Has olvidado tan pronto que me negabas una y otra vez tu preciada Deactum, como tú la llamas? Querías desaparecer del mundo pero dejaste que te viera ¿Por qué? ¿Así tomas tu venganza? ¿Atormentándome viendo como no envejeces mientras mi cuerpo empieza a marchitarse?Nunca fuiste un santo apreciado John, ahora puedo decirlo muy alto, eres el mas narcisista y ególatra de los dos.


Ryan Wolf

viernes, 26 de marzo de 2010

El motivo del abrazo

Quizá haya alguien que se habrá preguntado por que le convertí en vampiro. La verdad es que como bien apunta John en su manuscrito fue un acto egoísta por mi parte.
Llevaba varias semanas interesado en él. Su percepción de las cosas no era como las de los demás sino que poseía unos dotes, una facilidad para recolectar información, y sobretodo una increible fuerza de voluntad para afrontar la dura vida en la cual le había tocado vivir.
A simple vista era un pobre desgraciado que apenas tenía donde caerse muerto. Su hermano, mas egoísta que yo si cabe, siempre le utilizó para sus propios medios.

Cuando una vez leí la mente de John, me reveló recuerdos que llevaba almacenados en los rincones más inhóspitos que puedas llegar a imaginar.

Siempre fue la oveja negra de la familia y hasta los nueve años no articuló palabra puesto que sufría una especie de autismo, lo cual, con el tiempo, derivó en una esquizofrénia y una fuerte paranoia.
Los niños no querían jugar con él y hasta su querídisimo hermano Ryan le daba de lado.
Ryan es el polo opuesto a su hermano, de carácter duro pero sociable, siempre fue el alma de la fiesta allí donde estuviera.
Usaba a su hermano a modo de escudo cuando se metía en cualquier problema para luego salir corriendo, y así, el pobre John acarreara con todas las culpas.
Mi chiquillo nunca se dió cuenta de aquello, pese, y vuelvo a escribir las mismas palabras, su percepción de las cosas no era como las de los demás.
Aunque pensandolo bien quizá si que se diera cuenta que estaba siendo utilizado pero supiera perdonarlo todo.

No me preguntes el como ni el porque, pero su esquizofrenia que le mantenía en casa de sus padres sin tan siquiera salir a la calle desapareció de la noche a la mañana. Coincidiendo justamente con la huída de su hermano de casa.

En cuanto a Sony, como así le llaman sus amigos inmortales, pasó de ser un torpe mortal para convertirse en un culturizado y diestro habitante de la noche. Desde mi punto de vista tiene un defecto muy grande ya que es muy testarudo, y eso nos ha llevado a meternos en serios problemas.

Debo reconocer que me ha sorprendido en varias ocasiones puesto que ha demostrado una extraordinaria madurez en delicadas situaciones. No pienso recordarlas aquí puesto que para eso tenéis la obra que ha escrito llamada "El Legendario (Crónicas de Sony Wolf)"


Recuerdo una vez que vino a clase y estabamos dando la vida de Alejandro Magno, uno de sus personajes históricos favoritos, y no prestó atención a la explicación. Cuando su mente me reveló todas aquellas cosas, fue entonces cuando decidí darle la inmortalidad. Era unos de los elegidos, era el elegido.

Se que no me he equivocado con el, y se que me abrirá el camino para lograr mis objetivos ya que por fin, despues de casi 700 años, alguien arrojó algo de luz en mis estudios. Y fue un desgraciado mortal, alguien a quien la vida le dió la espalda casi antes de nacer. Es un simple peón, un peón que aprecio demasiado, sin embargo la decisión está tomada, sin embargo necesito mas cebos que le acompañen en su cruzada. Ahora si me disculpais debo hacer las maletas puesto que no quiero perderle la pista.
Atentamente,
Alexey Serguein Radimov

domingo, 21 de marzo de 2010

Breve presentación

Antes de empezar a narrar esta historia quiero hacerte una pregunta que tiene mucho que ver con el texto que leerás.
¿Qué es la eternidad? Una pregunta difícil de responder ¿no crees?
Cierto es que la eternidad es vivir para siempre, sin embargo como mortal jamás podrás comprobarlo. Me llamo Sony Wolf y soy un vampiro.
Debo explicar que Sony no es mi verdadero nombre, sino un apodo que me pusieron años atrás, desde entonces me acompaña allí donde voy. En realidad me llamo John, aunque ya nadie me llama así.
Mi naturaleza no ha sido siempre esta, ya que una vez fui mortal como tú. Sin embargo estaba destinado a realizar grandes cosas, o al menos es lo que quiero pensar.
No tengo capa, ni me repugna el ajo. No puedo convertirme en murciélago aunque algunos de mi estirpe si pueden. Me encanta mirar crucifijos y ver mi reflejo en los espejos, puedo asegurarte querido lector, que casi todo lo que has escuchado o leído sobre nosotros es falso.
Tenía veintiocho años cuando ocurrió. Era un chico normal, de figura esbelta y atractivo, nunca me faltaron pretendientes. Ahora gracias a la sangre vampírica, o como yo la llamo, la Deactum, soy mucho más hermoso. Al contrario de lo que habéis podido leer en algunos libros de ficción, no todos tenemos el rostro de Ángeles. Los vampiros somos como éramos antes del abrazo, sin embargo esa palidez nos hace más bellos, al menos desde mi punto de vista.
No soy el único chupasangre que hay en el mundo, ya que como comprobaréis en este relato existimos bastantes, sin embargo no conozco muchos, o al menos no muchos que aún vivan.
Tal vez se deba a que no soportamos la presencia de otro condenado a nuestro alrededor. O tan solo nos sentimos incómodos con alguien tan parecido a nosotros mismos, no lo sé.
Con esto no quiero decir que no puedas coincidir con tres o cuatro en un bar, o caminando por la calle, lo que pretendo explicar, es que por alguna razón no duramos mucho tiempo con alguien tan parecido a nosotros. Pero todos necesitamos a alguien de vez en cuando ¿no crees?
Sea como sea, vagamos por el mundo a nuestro antojo, viendo como mueren aquellos que amamos. Observando como cambia todo a nuestro alrededor, mientras continuamos impasibles por los siglos de los siglos…
Seguimos tal y como éramos el día que nos crearon, como si para nosotros se hubiera detenido el tiempo, mientras el mundo sigue girando a nuestro alrededor. Continuamos igual, salvo en una característica, con el paso de los años nos volvemos más pálidos, y al mismo tiempo más poderosos.
No he vivido apenas si lo comparamos con otros vampiros, aunque te aseguro que he tenido más experiencias en mi corta existencia, que esos ancianos en siglos.
Soy natural de Chicago, la “Ciudad del Viento”, aunque no tengo patria ni bandera, ya que aún no he encontrado ese lugar donde pueda plantar raíces. Bueno, sería absurdo pensar en comprar una casa, amueblarla y hacer vida como si fuera un vulgar mortal, se me escapa una carcajada con solo pensarlo.
Cuando digo plantar raíces quiero decir que aún no he encontrado ese lugar en el mundo que sea de mi agrado, así que podríamos decir que tengo todo el mundo para mí. O por decirlo de otra manera, mi hogar es el mundo.
París, Londres, Roma, El Cairo… tantas y tantas ciudades he visitado en apenas cincuenta años, todas diferentes, todas especiales. Pero siento una maravillosa sensación cada vez que aterrizo en el aeropuerto internacional O´Hare aquí en Chicago, no se si será por su clima agradable y variado, o por que es la ciudad que me vio nacer, pero lo que si sé es que no podría pasar sin ella. He visitado increíbles metrópolis europeas, me han cautivado sus monumentos, sus gentes, y sus costumbres, pero nada me llena tanto como mi amado Chicago.
Si no has tenido la suerte de visitarlo, te aconsejo que lo hagas, tal vez tengas suerte y acabes siendo mi alimento, el alimento de Sony Wolf.
Este libro no son mis memorias ni nada por el estilo. Tampoco pretendo exponerme al mundo y mostrar lo que soy. Sencillamente me parece divertido escribir esto y ver que nadie lo toma en serio, puesto que lo más probable es que acabe perdido en la sección de ciencia ficción de alguna librería, junto a la saga de Crónicas Vampíricas de la fantasiosa Anne Rice y Drácula del genial Bram Stoker. Los mortales no diferenciáis una verdad aunque la tengáis delante.
Somos un mito, una leyenda, una fantasía de los hombres para alimentar su imaginación. Unos seres que vagamos en busca de sangre fresca, asesinando diariamente a inocentes por el más puro placer de sobrevivir.
Es nuestro elixir de la larga vida, nuestro Santo Grial, somos terroríficos y amenazadores, pero no somos reales ¿verdad?
Erramos durante la eternidad, hasta que un día presos de la desesperación decidimos arrojamos a una hoguera y dejamos de existir. O nos asomamos a un balcón y dejamos que el astro rey nos destroce, convirtiendo nuestro cuerpo en cenizas, cenizas, que después el viento se encarga de esparcir.
Hace más de medio siglo que soy lo que soy. ¿Y que soy? Déjame que te lo diga. No soy nada. Es cierto que en este tiempo he acumulado mucho poder. También es cierto que el resto de inmortales sienten verdadero pavor cuando escuchan mi nombre. ¡Oh si! Es un verdadero placer ver su cara horrorizada cuando saben quien soy. Cuando saben que quien está frente a ellos es Sony Wolf. El Legendario, El Errante, El Ghoulista
Tantos y tantos calificativos me han puesto que me llevarían varias hojas el anotarlos.
Si bien es cierto que no todos huyen al escuchar mi nombre. Otros quieren mi poder. Mi preciosa Deactum. Quieren Ghoulizarme, absorber hasta la última gota de mi potente sangre, regocijarse con mi elixir y beber de mi fuente, la fuente de la vida. Otros tan solo quieren arrancarme los miembros y guardarlos como trofeos; “Miradme, ¡¡he acabado con el Legendario!!”.
Muchos lo han intentado, y la muerte acabó siendo su final.
No disfruto asesinando a inmortales, como tampoco disfruto acabando con vosotros, pobres y delicados mortales. Sencillamente sobrevivo.
Me gustaría escapar del mundo, para vivir en paz y armonía, alejado de toda esta crueldad, sin embargo no puedo, o mejor dicho, no quiero. Me encanta la vida, me encanta mi vida.
Sé que me estoy contradiciendo, sé que durante las próximas hojas continuaré haciéndolo, es parte de mi personalidad, lo siento.
La eternidad… muchos daríais lo que fuera por conseguirla, por conseguir mi Deactum, por conseguir mi gracia.
La eternidad… es un regalo al que muy pocos acceden, es la inmortalidad, es vivir para siempre. El solo hecho de pensar que jamás moriré me estimula tanto que roza lo más parecido al más grande de los placeres terrenales. Me hace sentir muy fuerte y seguro de mi mismo y por eso te puedo asegurar que nada ni nadie podrá acabar con mi existencia.
Claro que hay seres mucho más poderosos que yo ¡Sin ninguna duda! Seres increíbles y poderosos que ni tan siquiera yo se lo que son, ángeles, demonios, licántropos, hadas… Los mortales lleváis una venda en los ojos y no sabéis que se esconde en este mundo, el mundo de tinieblas… Pero te aseguro que aún no he conocido a nadie que me ensombrezca.
La eternidad… es lo que siempre había soñado ¿Y para ?
Después de dejar en el aire esa pregunta creo que ya puedo empezar a narrar mi historia, así que dejémonos de debates absurdos y sentimientos mortales, y pasemos al momento en que renací, el momento que me convertí en lo que soy. En saber lo que es el verdadero terror, enseñaros como sufrí los últimos días de mi vida mortal. Observarás como empezó mi degeneración, como fui perdiendo mi humanidad, para justo después, transmitirte como fue ese cambio, como noté que mi cuerpo moría para después renacer. Explicarte que al abrir los ojos el mundo había cambiado… a ¿mejor?